La Esperanza

 

 
  Fecha: 13-02-2021
  Finca: LA ESPERANZA
  Provincia: SE
  Organización:   La Propiedad
  Nivel:
  Calidad: -
   
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La Esperanza 2001La Esperanza 2002La Esperanza 2004La Esperanza 2006

A las 8:30 de la mañana había citado Moisés García a los cierres y más tarde sobre las 9:15 a las dos traviesas que iban a conformar el mapa de la montería de esta preciosa mancha sevillana.

Tal y como fueron llegando los monteros fueron recogiendo sus puestos ya que el sorteo se había realizado el jueves por la noche para no acumular a los cazadores y facilitar así el protocolo de la COVID, y así, tal y como se fueron completando las armadas fueron cerrando esta finca de La Esperanza.

El reloj marcaba las diez y cuarto cuando todos los participantes estaban en sus posturas y con las armas listas para que comenzase la contienda.

Por la emisora se daba la orden de abrir portones pasadas las 11:15 produciéndose inmediatamente después la suelta por parte de las rehalas distribuidas en los puntos estratégicos, y antes de saltar el último perro de los carros empezó festival de ladras. Los disparos se sucedían incesantemente en las tres sueltas, y transcurriendo largamente en el tiempo las ladras y tiros hacían de la mancha todo un espectáculo durando más de una hora y media incesante para recordar. Por la radio solo se escuchaba a las siete rehalas decir que la mancha estaba a rebosar de guarros.

Pero como todo, el ardor montero fue bajando de intensidad hasta que sobre las 14:00 llegaron los canes a sus carros.

Empezaban los puestos a comentar el festival de tiros y reses mientras se retiraban a sus vehículos.

Rápidamente postores y mulos fueron sacando las reses hasta llegar a la losa 25 jabalíes con 7 bocas y dos de ellas pendientes de homologación, y 4 venados dos de ellos muy bonitos de montería.

Es importante resaltar que la mancha tenía 250 hectáreas y se montaron 42 puestos a un precio muy económico.

Dar la enhorabuena a la familia García, Indalecio García y como no al guarda de la finca (Jony) y por supuesto al alma de la cacería, las rehalas y postores y cargueros, esos hombres que se dejan la piel para que todo esté a punto en su debido tiempo.

Fuente: Puebla y Estellez

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